martes

A los niños hay que dejarlos que crezcan desde sus raíces
Dejar que nos besen porque sus besos son frescos, francos, exentos de maldades
Nos transportan al origen y nos hacen renacer de nuestras propias ascuas 
Los besos de los niños nos liberan de deudas
Besan como las estrellas
Dándote su luz seas quien seas
Descendientes del mar, mi unicornio y yo
no somos tan distintos
Su bucle espiral 
es como un serpentín
que transciende de mi
y se alarga sin mas,
como raudo delfín
en paisajes instingos.
Amanecen dos picos
libando en Connemara
La flor del paraíso 
Donde un día te amara
L













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