Si...
Aún tienen que desfilar muchas albas lisas
sobre miles de antorchas apagadas de lágrimas.
El arco ha de estar infinito en su quietud
para que la flecha muerda con su pico la diana del ojo.
Ha de mantenerse el hombro firme.
El brazo tenso como un puente..
Bailaban antes los árboles,
ahora... no se mueven.
Pero todo puede cambiar con un golpe de viento
o una lluvia diminuta levitando los ojos
No estoy perdida.
Lo que sucede es que para seguir he de saltar.
Irónicamente,mirar hacia arriba
donde vuelan los ángeles, se ha de convertir
en la fruta prohibida
Sé entonces, que soy una obediente Eva
capaz de soportar cualquier paraíso
L.
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