Verás mi cuerpo elevarse sobre ti
bordeando el horizonte de tu cráneo,
Me verás como un vuelo de estorninos
delante de las puertas del invierno,
maniobrando ante tus ojos que son dos árboles
donde se refugia todo el instinto.
Me verás en tus campos,en tu ciudad de hierro.
Antes de la puesta de sol verás una bandada de besos
que se estiran y recogen como un acordeón salpicado de blanco
Tendrás mi cuerpo en las palmas de tu alma,
quiromancia del deseo,
modelando mis astros en las fauces de tu felino impulso,
en las garras de tu lobo apetito
Tendrás mi cuerpo en las palmas de tu carne
sintiendo como se resquebraja la piel ante el contacto,
tan solo, del aleteo de tus piernas en mi nido
L
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