domingo




Yazgo bajo el débil resplandor del sauce.
Oliendo su aroma resinoso, 
escuchando el corretear de su savia.
Como el leve rumor de un canto sioux
que se abre al  bostezo púrpura de la mañana.
Me abrazo a su tronco lamiendo su corteza,
intuyéndome en su reino intermedio
y como una druida comienzo a tejer los sones
de lemanyá

L.

viernes



Se apaga el aíre cuando nace la sombra
A estribor boga el timón de los ñus,
obcecados de mara para alcanzar la orilla.
Es solo la costumbre de nadar hacia la muerte
O escaparse si pueden hacia una estación de luces.

L.

martes








A mi me gustan tus Matisses
La forma geométrica de tus labios
Tu arabesca tendencia a prescindir de las respuestas
Me gusta esa forma que tienes de pegar
los papeles que arrugo y tiro.
Esa manera tuya en la que estiras aquello que salvaste
La linea verde que cruza la tela de una mirada
absorta de ti mismo.
Me gustan las anémonas de tus manos recorriendo mis curvas
Tu verbo descarnado
Tu estigma africano y tu olor a flores
Si alguien me preguntara porqué te elijo, diría:
-En el no existe el color de la noche-

L.


(Cuando el trabajo de dos rebeldes colisiona, el resultado sólo puede ser una maravilla)

Cultura Inquieta

jueves



La soledad carece de importancia
cuando la noche adolece de ti mismo

L.

martes



Mas allá queda el puerto,
en el puerto el barco,
en el barco el timón,
en el timón tus manos.
Y mas allá queda el océano 
y en el los chalecos,
los cuerpos, 
las lagunas de cera

Acá llegan las ondas,
el plástico de viento,
la finitud, 
la arena del desierto
envuelta en la piel,
el chillido de las ratas,
el tintineo de los tacones.
la luz esclava.

Y nuestros besos
ardiendo en los zapatos.

L.



viernes






Revierto en este ahora todo lo amargo
Hay un candil sobre la encimera que aletarga mi paso
Shhh, la niña duerme
Mi alrededor es una melena enredada que peino
desmembrando antenas y alas de mariposas.
La realidad es tan trascendente  como este tiempo que,
indómito no me permite soñar mas allá de lo que percibo.
Este hartazgo no me muele el canto ni la dicha.
No se seguir preceptos.
No se tocar sin predecir quemarme.
Las garzas se apaciguan en el viento,
vuelan con la cabeza entre los hombros,
dibujando una eSe.
Lo merecen todo.
Incluso mis brazos acunando un grito Salvaje,
desprovisto de hálito.
Todo existe en esa constante,
Todo existe en ese pincel que moja
la acuarela de mi alma,
precipicio ante este pulso con lo palpable
que no me permite rendirme a su fondo.

L

martes

Alquimista




He llegado a pedir una cita con alguna de mis versiones. 
Pensaba que entre todas, una de ellas podría expulsar a ese
pajarraco negro que se estrelló contra el suelo del patio y tardó
15 horas en morir , mas de dolor ,quizás , que por el golpe.
Tomamos el veneno sin pensar en el antídoto pero es un vaso lo
que contenemos entre los pulmones.
A veces de agua, a veces de cianuro, a veces de la ceniza de toda
la mugre que respiré odiando el lugar donde moraba la escasez y
la incertidumbre.
Pronto fui consciente que de poco iba a asustarme.
Siempre esa, mi glosa sonriente encontró su Paracelso
Su guiño de raíces atusando mi pelo, despiojando la hipocresía,
desterrando a los unos de ese lugar que es tan mío y tan de otros
pero no suyo.
Y es ahora , que esa definición de si mismo y de otros me alcanza de pleno:

" Ya que el panadero es un alquimista cuando cuece el pan, 
el vinicultor cuando elabora el vino, el tejedor cuando realiza un telar"

Que no daría yo por entonces, haber entendido de pájaros, de caídas y de alas...
(Nos habríamos ahorrado mas de catorce horas de un diálogo inútil sobre
la cetrería, la vida y los golpes de viento)

-"Pero nunca hubieras sabido de la alquimia que se siente al trenzar
los dedos con las plumas"- 

Me dice...

L.

viernes



He pintado con molinos de viento las paredes de mi casa
Huele a tierra lejana y molida
A espíritu de Cóndor, que no pasa
A una humanidad inherente a mis párpados que como espátulas se afanan en alisar lo que es rugoso
Mis dedos henchidos de anillos
se tornan columnas de mármol
De la fuente cae el agua y los 
barcos con sus velas remotas como adonis
Quizás no se entienda esta cópula
Y a mi que mas me da...(me digo una y más veces)
¿Porqué habría de entenderme el aíre?
Si los bucles que pintan las gaviotas son diademas en el pelo
Si los niños me colman el pecho de albas mudas
Si  mi casa está recién pintada
y las aspas giran como mancebas a favor del invierno

L.


Cuando te dicen que no quieren volver
Y tu sabes que volver es su destino
Y encuentras en sus ojos su punto de partida
Y entiendes que te dejan mas de lo que das
Y decides seguir defendiendo esa huída

L.

miércoles





Algunas veces me miro en el espejo
y salto al otro lado.
Me reflejo en mil trozos, cada uno infinito
Y ni yo misma puedo ensamblar ese puzzle
Me acoplo a lo humano, al amor, a la muerte.
Al tiempo y su costumbre de invadirme
en las lunas
Me da a elegir la runa que lo contempla todo:
a este lado lo humano, el amor y la muerte
Yo recojo los trozos como una niña buena.
Y me quedo en el borde
 donde no existe el siempre
Será que no quiero volver a ser mi espectadora,
o que aquí un minuto equivale a una hora.
Pero es que quiero lo humano, el amor y la muerte

Aunque no haya un mañana...

L.

domingo



Me imagino trotando sobre UN hombre  al caminar 
Sobre UN hombre 
Me imagino montada en El  jadeando entre los árboles
Derramándome en El sobre la acera
Me lo imagino en el autobús comentando el cambio de tiempo
mientras mis piernas auguran  nieve en la cima y mi piel se hidrata
esperando la lluvia y por dentro tiemblo como un nido de pájaros
hambrientos
Ahora soy montaña
  
Como me gusta llegar y que me escales tras alcanzar tu veleta...exhausta, perdida,
tan llena de encontrarte.


L.








sábado



El día que se levanta (que nos precede)
Siempre lo hace anudando y desanudando nuestras vicisitudes .
Se aferra a nuestros propósitos como un mancebo
al pezón de su madre.
La física de nuestros ojos se adapta a la costumbre 
Pero es sin ojos como uno se concibe al alba
Es solo en la mandrágora del despertar cuando palpamos el aliento
Su reflejo crepuscular,
su indefinible figura recuerda a los sueños que no se recuerdan.
Sus raíces similares a las arterias 
Apelando a la naturaleza , la luz se aposenta en la realidad tangible
y de nuevo somos tiempo.

Tiempo apasionado

L.




Te  queda de mis labios escuchar:

Te oprime no escuchar:

Deseas escuchar:

No encontrarás la paz sin escuchar:


Y yo tan al borde de decir...
L

parole



Cada vez que me elevo, esculpo un ángel
Los perfiles son frágiles
Mi rutina me dice que esta calle es segura
Estos arboles me invitan a aplicar el paso
Pocos saben de mi bosque
de mi enredadera, de mi camino de hoz,
de mis tacones y mi hormiga amarilla
 A sus rojos
A esos rojos de lumen  que hoy me lamen dedico estos astros

Mira como se desenvainan los caracoles de sus conchas
Hay una palabra orbitando  entre mis dedos
Es el espectro de mi misantropía 
Quererte se me hace un acto mágico

Ahora que el amor no se lleva 

L,